Nacida de un padre mexicano estadounidense y una madre de ascendencia holandesa-británica-canadiense, Christine Quintana posee un conjunto único de hilos conductores que cruzan América del Norte. Al igual que los países en sí, las ciudades natales e identidades de Quintana se conectan, pero también tienen diferencias que pesan profundamente tanto en la creación como en el impulso hacia adelante de Espejos: Clean. "La presión de la representación era increíblemente alta", dijo ella sobre los estrenos canadienses de la obra. Las cifras lo demuestran: en el estado de Florida, hay más personas latinas que en todo el país de Canadá (1 millón según su censo de 2016). Ahora viviendo en East Vancouver, una ciudad canadiense donde menos del 2% de la población es latina, Quintana sintió el peso que esta historia tenía en el escenario, tanto personalmente como en el contexto más amplio de la comunidad teatral de Canadá. Cuando las voces ya están subrepresentadas, la representación que finalmente llega está bajo una intensa escrutinio.
Nacida en Los Ángeles, Quintana anticipó las variadas respuestas que su obra crearía, de audiencia en audiencia y de ciudad en ciudad. Con Estados Unidos en el medio y pocos migrantes latinos, Vancouver no tendría la referencia de la cultura mexicana que tendría una audiencia estadounidense. Una audiencia estadounidense probablemente no sabría qué son las praderas canadienses cuando Sarah, una habitante de Vancouver, las menciona. Sin embargo, Quintana siguió adelante y, cuando Espejos: Clean se estrenó, las conexiones se hicieron evidentes. Miembros de la audiencia de diversas culturas dijeron que se identificaron con las suposiciones que Adriana, la gerente del personal de limpieza de un resort en Cancún, tuvo que enfrentar. Otros encontraron familiaridad incómoda y a veces cómica en los intentos de Sarah de conectarse en un país del que sabe poco. "Esto demuestra cuán artificiales son estas fronteras", dijo Quintana. Su obra la conectó especialmente con la audiencia latina estadounidense, formándose un vínculo a medida que muchos en la comunidad se sintieron atendidos por primera vez por el Teatro Estadounidense. "Nunca imaginé que la obra tendría esta vida".
El camino para ver Espejos: Clean realizado en el escenario nunca estuvo claramente definido. Un mentor le dijo a Quintana que la obra no funcionaría, punto. Con el discurso directo como su forma principal, junto con la traducción, la suposición era que la audiencia no querría seguirlo y las casas de producción no querrían intentarlo. "No creo que eso sea cierto", respondió Quintana, amable pero firmemente. "Vivimos en un mundo multilingüe. Cuanto más rápido el teatro pueda ponerse al día con eso, mejor". El lenguaje no fue la única barrera que Quintana esperaba que su obra superara. Al discutir cómo la audiencia podría recibir esta obra, Quintana quería subvertir la suposición de que ella le diría a la audiencia cómo pensar acerca de sus personajes. En cambio, esperaba involucrar a una audiencia que quisiera ser desafiada. Prefiere que la audiencia llegue lista para escuchar profundamente y formar su propia comprensión de estos personajes. Según ella, "hay muchas formas de participar en el entretenimiento pasivo y el teatro no es una de ellas". Con cuatro espectáculos que se estrenarán y dos más en esta temporada en Canadá y Estados Unidos, parece que la audiencia y las casas de producción están listos para el desafío también.
El trabajo de Quintana abarca una amplia gama. Con comedias románticas (Someone Like You), dramas de secundaria (Selfie) y su última obra, El Terremoto, donde tres hermanas lidian con el equilibrio entre la vida, el duelo y los devastadores desastres naturales, cada obra parece buscar una audiencia diferente. Sin embargo, el núcleo del trabajo de Quintana es claro en la búsqueda de conexión de sus personajes, ya sea consigo mismos o con los demás. Para Quintana, su trabajo se trata de "cómo podemos sostener múltiples verdades, múltiples identidades, [y] despojar de polarización nuestras visiones de nosotros mismos y los demás". Su interés no está en dejar a la gente libre de culpa ni en vilipendiar a todos, sino en proporcionar un puente hacia las experiencias que no nos damos cuenta de que compartimos. En una entrevista en 2021, a Quintana se le preguntó cómo se describiría a sí misma. Su respuesta entonces: "una hacedora ansiosa de hacer el bien; una pesimista sincera". Las dos descripciones están en sintonía con sus personajes en Espejos: Clean. Sarah trabaja a tiempo completo para ofrecer disculpas al personal que lidia con su desorden. Adriana cree que nada nos espera después de la muerte, y que el trabajo duro es en lo que debería invertir ahora. Cuando se le preguntó si Quintana tenía ahora una respuesta diferente, se mantuvo firme, al igual que sus personajes. "Sigo pensando eso", dijo, riendo. "Solo con dos años más de fatiga".
—Divinia Shorter
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